Había una vez, había un hombre y una mujer que estaba casados. Estaban feliz por muchos años y tenía dos niños bonitos, pero el hombre no era tan satisfecho como cuando ellos eran recién casados. Un día, una mujer atractiva trasladó al lado de lafamilia. Ella no tiene un esposo y era menor que el hombre y la mujer. Cuando el hombre la vio, tenía los sentimientos porque su esposa era menos bonita que ella. De hecho, él pensaba que ella era la más bonita del mundo. La mujer quería volverse amigas con la vecina nueva, así ella y su esposo fue a la casa al lado de suya. Las mujeres se llevaban bien, pero la vecina no tenía tanto interés en la mujer como el hombre. Pronto, el esposo iba a la casa al lado de suya cuando su esposa estaba al trabajo para pasar tiempo con la vecina. Él compraba flores de la floristería para ella antes de cada visita y se las daba a ella cuando él llegó. Otros vecinos chismeaban sobre la infidelidad del hombre, pero la mujer nunca sospechaba hasta llegó a la casa temprano un día. Cuando ella no vio su esposo, ella preocupaba y fue a la casa de la vecina para pedir si ella sabía dónde su esposo estaba. Sin embargo, cuando ella abró la puerta, encontró la vecina acariciando su esposo. Ella miró a los dos con el desprecio, pero luego se enfadó y salió la casa. La mujer llamó su mamá, y ella consoló y dio consejo a su hija. Pero la mujer ya decidió qué necesitó hacer. No quería divorciarse porque su esposo tenía lazos familiares en la sistema judicial. Así, para su beneficio y el beneficio de sus niños, el esposo necesitó fallecer. Porque se arrepintió sus acciónes, el hombre pidió perdón de su esposa en el aniversario. El hombre escribió una carta a su esposa, pero ella nunca la leyó. La mujer desconfiaba su esposo ahora y tenía celos de la vecina.
Así, ella tomó un cuchillo y mató los dos. La mujer vivieron una vida buena para diez más años, pero sus niños no sabían que pasó a su padre hasta ellos tenían diez y ocho años. En su cumpleaños, ella se lo dijo el cuento de su padre y su asunto. Dicho este, los niños tenían miedo de su madre y fue a la policía para décirselo a ellos, pero cuando llegaron a la casa de la madre, ella era ausente. Y nadie la vio otra vez.